A veces, todos decimos tener la fórmula secreta cuando hablamos del fútbol peruano: "Invirtamos en menores y esperamos frutos dentro de dos eliminatorias", "Que el entrenador sea de primer nivel", o cosas descabelladas como "Botemos a Manuel Burga y que la FIFA nos desafilie". Pero hay una que se volvió de las más comentadas, hace unos días luego del amistoso entre Suiza y Perú, el entrenador alemán que estará a cargo de los suizos en el mundial, Ottmar Hitzfeld, indicó que Perú debía "mover un poco las montañas para sacar ventaja de la altitud", en otras palabras jugar en altura. Días después el gerente de las selecciones peruanas, Antonio García Pye, señaló que "sería bueno tener como sede alterna una ciudad de altura". Analicemos si esto puede o no, dar resultados.
Foto: www.rpp.com.pe
Hay una lamentable realidad en nuestro alicaído deporte, y es que el 80% de jugadores son de la costa, por lo general de Lima, deportistas que solo van a ciudades de altura si el fixture así lo manda o si son contratados para jugar en los equipos locales, pero siendo realistas ¿Cuántos jugadores convocables hay dentro de ese grupo? Realmente muy pocos, además, de la gran mayoría de jugadores que componen la selección y se encuentran en el extranjero ¿Cuantos son por lo menos oriundos de ciudades de altura? Prometo investigar eso, pero haciendo un recuento rápido, ninguno de ellos. Tal vez algunos digan que debemos cambiar a esos jugadores, pero seamos sinceros, es lo mejor que tenemos, o como se dice "es lo que hay". Un punto muy importante a tener en cuentas es que para temas de eliminatorias, los clubes, sobre todos los europeos, utilizan a sus jugadores lo más que pueden dejándoles muy poco tiempo para que entrenen con sus selecciones, a veces llegan a falta de tres días para el partido, por lo que si alguien pensaba en que pueden aclimatarse antes de cada partido, esto queda prácticamente desestimado. Recordemos las eliminatorias pasadas, nuestros mejores representantes demostraron que en altura no responden como si lo hizo un equipo alterno en La Paz, pero este último era un equipo sin peso internacional, que servía ante este rival y nada más.
No pretendo decir que no nos serviría de nada jugar en altura, la tenemos y debemos aprovecharla, pero personalmente decir que debemos ser locales siempre me parece una locura, ya que, si eso fuera una garantía de triunfos, Bolivia no hubiera clasificado solo a un mundial y seria potencia en Sudamérica. Pienso que con un trabajo bien estructurado, a algunas selecciones se les puede llevar allá, como por ejemplo Brasil, ya que es un país que no tendría como prepararse para jugar en altura.
En cuestiones de estadio para lo que se propone solo tenemos 2 aptos, el Garcilaso del Cuzco y el Monumental de la UNSA en Arequipa, si la gente no se comporta como lo hacen en el torneo local que tiran de todo al campo y al rival (sobre todo en Cuzco), y esto si debe quedar claro porque estos partidos son transmitidos al mundo entero, hay muchas formas de presionar y hostigar al rival sin necesidad de la agresión y la falta de comportamiento en un estadio.
Definitivamente el tema tiene muchos pro y muchos contras, dudo que un cambio de escenario nos brinde una clasificación, pero si vendría bien a veces un cambio de aires con los equipos indicados para sacar provecho de la variedad de nuestro país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario